“Es el Lobo la fuerza de la Manada y la fuerza del Lobo está en la manada“. La cita del poema de Rudyard Kipling ‘La ley de la jungla‘ tiene una versión en carne y hueso. Y músculo. Es la que protagoniza un grupo de corredores valencianos, con un reto ambicioso para el Maratón Valencia Trinidad Alfonso 2014. Su objetivo. Su meta. Como narra un documental que les gusta ver antes de cada largo dominical. “Si esta no es la carrera mas importante de sus vidas, ¿cuál es?”
No hay equipos. Ni colores. Solo un equipo, una manada. Y un objetivo. Rebajar sus ya de por sí buenas marcas, todos ellos por debajo de las 3 horas, la mayoría incluso de las 2h55m y buscando en muchos casos instalarse en la barrera del sub 2:50 con algunos casos del 2:40 e incluso 2:35. Palabras mayores. Un sueño utópico para la gran mayoría de corredores populares, pero que este grupo disfruta, sufre y vive este reto casi como los profesionales que también tienen en VALENCIA, SU META. Aunque con las inevitables cargas laborales y familiares. No hay miedo: hay kilómetros y un sueño por cumplir el próximo 16 de noviembre.
Son un grupo de 20 corredores en su origen, aunque más de 30 en alguna de sus quedadas en los largos dominicales de preparación. La Comunidad de Corredores Blue Line los juntó hace años y ahora también se suman corredores del Team Redolat, Metaesport, y algún otro independientes, También gente de Runners Valencia, Never Stop Running, Enjoy Up o Pas a pas que se unen estas semanas en esas tiradas por El Saler. (El C.A.R.S, Centro de Alto Rendimiento de El Saler, como a ellos les gusta llamarlo). A todos les une la pasión y el sacrificio por el maratón. Pasión en cada zancada. Sacrificio en cada serie y dolor en cada segundo que les aleja de su marca soñada al cruzar la Meta.
Corren. Corren mucho. Corren duro. Son una especie de grupo de élite popular. Una versión ‘hardcore’ de runners que ni mucho menos viven de correr, pero viven para correr. Casi siempre entrenan sin camiseta. Zapatillas, pantalón, gafas de sol, alguna gorra hacia atrás y, por supuesto, banda pulsómetro. Algunos creen que es por el calor con el que se entrena en Valencia, que también. Pero a ellos les gusta decir que corren sin camiseta por que no hay colores en este grupo interclubes.
Hace algunos años, cuando les vieron entrenar en el Jardín del Turia y Parque de Cabecera, alguien les dijo que parecían una estampida del Bioparc. “Este grupo está lleno de animales”, añadieron. Aquello evolucionó, como sus entrenamientos y sus tiempos, y ahora corren como la manada. Un grupo de corredores que se entrena a los mismos ritmos para el maratón. Que compite a los mismos ritmos. Que vive al mismo ritmo por el Maratón.
Casi todos los usuarios y corredores del río los han visto. Pocos pueden seguirles. Nosotros les cazamos un momento. A mediodía. No eran muchos, pero todos eran lobos de la Manada. Haciendo un entrenamiento de 5.000m más 4.000m por debajo de sus ritmos de marartón en otro caluroso y húmedo martes a 19 días de su gran cita. Ellos son Alex Aparicio, Julio Mas, Borja Santamaría y Diego Polo, pero representan a todos.
El próximo 16 de noviembre cada uno de ellos correrá su Maratón de forma individual, pero el objetivo, el reto, es común. Destrozar sus marcas personales. Como los lobos y la manada de Kipling. Cada uno corre solo, pero su fuerza está en el grupo.
Fotografía: Miguel Á. Polo / Vicente Rodríguez (Facebook y @aspafoto).