Hace ya mucho tiempo que las mujeres dejaron de ser una rara excepción e
n las carreras. Ahora, cada día son más y más protagonistas. Y por ello, queremos dedicarles un rincón especial en ValenciaRunner. Lo haremos con un nuevo blog personal en el que Rosario Carceller* (@Rosario_CV) nos contará a todos, ellos y ellas, su particular y femenina visión del mundo running. Ella es ‘Una runner con tacones’ y no nos costará seguirle…
Nunca me he casado, pero imagino que la sensación que tengo ahora será la misma que siente alguien el día después de pasar por vicaría.
Tanto tiempo pensando en esa fecha. Tanto tiempo preparando el gran día y luego pasa y punto. A si, en algo más de 4 horas, millones de sensaciones, emociones, recuerdos, momentos sonrisas y lagrimas. Sobre todo de sonrisas y lágrimas concentradas en 4h 35minutos 30 segundos. Estos 30 segundos también son importantes. Si los quito, quitaría mi final. Esos segundos en los que pasé de runner a maratoniana.
Suena muy épico pero me encanta. Y es que yo quería que mi primera vez fuese algo épico, glorioso y legendario. Que no doliese. Algo inolvidable, para mi claro.
A nadie le importa que una petarda que acaba de empezar a correr le dé por convertirse en maratoniana.
Quise hacerlo con el que siempre ha estado ahí. Desde la primera vez. Mi bici escoba, el que barre todas mis desdichas y me ha animado a seguir desde mi día 1 como runner. El único que siempre creyó que conseguiría todas mis locuras, me confiesa después de las 4h 35mins 30segs que pensaba, muy en el fondo, que no lo conseguiría, que 42,195 eran muchos km. Él, que me ha visto llegar tantas veces a meta, me visualizaba una vez más entrando “petada”. Pero con su mirada de satisfacción durante todo el recorrido me demostró que tras cada zancada se iban eliminando cualquier ápice de incertidumbre que existiera en su mente.
Él quería que cruzara mi meta con una súper sonrisa. Yo sabía que lo iba a conseguir, esta era la única carrera de mi vida a la cual le había dedicado mi tiempo, su tiempo. Si fallaba era tiempo perdido. Nuestro tiempo perdido. Y en mis planes nunca entra esta opción. Siempre es si o si. Ya dije que en mi primera maratón mi objetivo no se iba a medir en horas, minutos y segundos. Mi objetivo era cruzar esa meta con una gran sonrisa, sin llegar petada. Como a él le gusta. Tenía un compromiso con esa línea de meta.
Comienzo. Voy sola. Sola con 13.000 runners más. No estoy nerviosa, pero siento que la carrera se me queda grande. Cruzo primer control, el de la salida. 8 minutos llevan ya de carrera. Yo acabo de comenzar. WOW! Comienza la parte divertida del juego. Toca correr. Trato de mentalizarme de que no hay que ir rápido, no hay prisa. Trato de disfrutar de cada zancada. Comienzo a pensar en que voy a ir la última en carrera y que voy a entrar en mil horas. Sergio me espera en el km 6. Mi ritmo de 6-6:10 me acompaña hasta casi el km 30. Voy súper bien. Primera media en 2h 4 mins. Sergio me va frenando cuando los ánimos, vuestros ánimos corren por mi. Cuando el viento me obliga a sobreesforzarme. Sabe que todo lo que gaste durante la primera media maratón me pasará factura. Yo también lo sé pero estoy tan emocionada, soy tan feliz, estoy disfrutando tanto de correr, de hacer lo que me gusta que me da igual lo que pase. A él no, no quiere verme mal, solo quiere verme sonreir.Comienza a darme el bajón, km 29 Plaza del Ayuntamiento noto cada músculo de mi cuerpo. Nunca antes había corrido tanto. Los cuadriceps comienzan a subirse. Lo noto. Intento no pensar en ello. Parar no entra en mis planes. Mi ritmo comienza a bajar, comienzo a notar el cansancio. La gente a mi alrededor se para. La gente va mal. Yo también pero no me puedo parar. No quiero hacerlo. Comienzo a tirar de cabeza. Las piernas ya me van solas. No las siento. Comienzo a mandar mensajes positivos a mi cerebro. En estos momentos la cabeza es la que manda y no voy a escuchar la llamada del sufimiento. Solo sé que hay que seguir disfrutando, seguir sonriendo. Porque esa meta es mia.
Últimos dos kilómetros. Comienzo a gritar; ¡solo quedan dos, solo quedan dos! Todos mis sobrinos, mis mayores fans con sus “campartas”, hermanos, cuñados y amigos están otra vez aquí para impulsarme estos dos últimos km. Gritos de ‘Vamos tacones’ durante toda la carrera hacían que se me pusieran los pelos de punta. La animación constante durante todo el recorrido, los voluntarios,…Qué energía escucharos, veros, sentir vuestra energía. Energía que me llevó en volandas hasta esa pasarela. Solo quise sentir este momento que tantas veces había soñado. Mi último largo de mi primera maratón había acabado. 4 duros meses concentrados en 4h 35minutos 30 segundos. No es el mejor tiempo del mundo, pero he disfrutado y he sufrido tanto de cada zancada que me hubiese gustado que ese momento hubiese durado eternamente. Contradictorio verdad? Pero así es la maratón. Sufrir y disfrutar. Llorar y reir. Sufrir de nuevo. Yo sólo sé que quiero volver a sufrir. No habrán más primeras pero si habrán más maratones.
Gracias a todos, este vídeo va por vosotros!!!
*Rosario Carceller es corredora del Club d’Atletisme Puçol y apasionada de las cosas que inspiran. Auténtica fan del running. Publicitaria de vocación y de profesión. Donante de ideas.Puedes seguirla en Twitter e Instagram @rosario_cv, y en su web Una Runner con Tacones.