Hace ya mucho tiempo que las mujeres dejaron de ser una rara excepción e
n las carreras. Ahora, cada día son más y más protagonistas. Y por ello, queremos dedicarles un rincón especial en ValenciaRunner. Lo haremos con un nuevo blog personal en el que Rosario Carceller* (@Rosario_CV) nos contará a todos, ellos y ellas, su particular y femenina visión del mundo running. Ella es ‘Una runner con tacones’ y no nos costará seguirle…
El pasado domingo corri mi séptima media maratón y ahora tengo una de las sensaciones más raras que he tenido nunca corriendo. Me siento vacía. ¿Vacía? Pensaréis… claro ¿después de correr 21km como quieres sentirte?
Pues bien, el viernes Pau Monreal mi entrenador me dijo «la media la tienes que correr a fuego». Este era la prueba de fuego de cara al Maratón y debería de haber servido de guía para marcar mi ritmo en carrera del dia D. Pero no fue así.
Quedada en el reloj a las 8:30am. Suc va a volar y por lo visto Álex también. Rosa, Gema y yo hacemos piña. Corremos juntas. Comencé la carrera con mis chicas. Gema debía aprender a controlar su ritmo en carrera, a no volar, y Rosa tenía que auto-convencerse de que una vez más podía superarse a sí misma y podía vencer a la media distancia. Yo comenzaría con ellas hasta que mis patas pidiesen marcha.
Línea de salida. 10.000 y pico runners. Con tantísima gente se me hace imposible correr. No hay aire. Mucho calor. Calor humano. El calor humano huele mal. No mola nada. Me agobio. No me gustan los baños de masas. Comienzo a agobiarme mucho y los agobios me dan mal rollo. Creo que me he mal acostumbrado a las bonitas carreras de nuestros pueblos con menos de 400 corredores.
Intento buscar mi sitio, mi espacio en carrera para poder encontrar mi ritmo. Las chicas me siguen. Llegamos al Paseo de La Alameda. Km 3. Este tramo de carrera me pone los pelos de punta. Carros de fuego sonando. Me emociono al imaginarme dentro de un mes corriendo por el mismo asfalto mi primera maratón. Pienso. No es el momento. «Llorar no Rosario que te ahogas». Me controlo. Entonces comienzo a encontrarme a mi misma en carrera. Encuentro mi ritmo. Dejo a las chicas. Me encuentro bien. Siento el ambiente runner en la ciudad y es que Valencia se ha convertido en la ciudad española del running por excelencia.
De repente estoy en el primer avituallamiento. ¿Ya? Se me han pasado super rápido los primeros 5. Voy muy cómoda. Sin miedos! Continuo la carrera. Sigo super bien. Entre 5:30-5:40 El km 10 coincide con la línea de meta. Llevo 58min. Abraham Cheroben está llegando a meta. El speaker comienza a narrar el nuevo récord en media distancia en suelo español. Flipo. Me cruzo en dirección contraria con todos los Pros. Sigo flipando. Vaya técnica. Qué velocidad. Como sufren. Les animo, como si me estuvieran oyendo…en fin. Yo no estoy sufriendo nada pero me lo estoy pasando increíble. Km 13. Veo a amigos Falla Zenete. Ellos no me ven pero ya me encargo yo de gritarles. No estoy centrada en carrera para nada. Luego grito a otro compi de Gent de Foios que está animando. Idem. Km 14 veo a una ex compi del cole, le vuelvo a gritar. Voy sobrada de fuerzas. No me gusta. Km 15 Plaza del Ayuntamiento Joxe está de Speaker, subidón de santa adrenalina para darle caña a las patas y comenzar a bajar de ritmos, pero no veo a Joxe y para colmo hay cola en el avituallamiento. Me mata psicológicamente!
Continua la carrera. Continuo con mi ritmo. Calle Colón. Hay un abriguito capa y unos shorts khaki monísimos en el escaparate de Zara. Pienso, hay que comprarlo, pero con el calor que hace cualquiera se planta un abrigo de lana… Acaba Calle Colón ya estamos en el 17. «Joder, 4 km te faltan y tu pensando en lo monos que están los escaparates Ros». Me estoy aburriendo en carrera. Voy sola, no estoy cansada y voy a un ritmo muy constante. «Me abuuuuroooooo…» Hablo con la gente, pero claro, a estas alturas ellos lo están dando todo y yo solo quiero que farándula. Mientras pienso esto llego al 18. Comienzo a darle caña. Más vale tarde que nunca. En el 20 veo como todos los keniatas están entrando ya al hotel. Me entra la risa.
Llego al 21. Veo a Anita de Gent de Foios. Días antes habiamos quedado en correr juntas y bajar de tiempos. Ambas tenemos misma MMP en media distancia pero entre tanta gente imposible encontrarse. Veo que se queda sin fuerzas, que no llega a meta a si que decido arrastrarle literalmente a meta.
Y pienso… ¿ya he llegado? Ya se ha acabado? YAAAAAA???? Quiero más km!! Odio la sensación de llegar a meta y ver que no te has dejado la piel en el asfalto, como dice Pau las carreras están para sufrirlas y yo no sé sufrir.
Ahora a poco menos de un mes para mi primera maratón ya tengo casi todo el trabajo hecho. Ahora solo queda trabajar cabeza e intentar bajar un poco en velocidad. Por que para enfrentarme a los 42k tengo que aprender a sufrir. Por que va a ser un sufrimiento constante. Porque el 16 de noviembre no vale entretenerse con una mosca. Vale aguantar el sufrimiento, mantener el ritmo, disfrutar y entrar a meta con una gran sonrisa, sonrisa de satisfacción por haber hecho bien mi trabajo durante 4 largos meses.
A si que solo queda deciros…
Run Happy my friend!
*Rosario Carceller es corredora del Club d’Atletisme Puçol y apasionada de las cosas que inspiran. Auténtica fan del running. Publicitaria de vocación y de profesión. Donante de ideas.Puedes seguirla en Twitter e Instagram @rosario_cv, y en su web Una Runner con Tacones.