Detrás de las grandes marcas que han hecho del Maratón de Valencia la prueba de 42km más rápida de España, y los mejores registros de participación (11.300) y de corredores cruzando la línea de meta (9.646), queda una polémica o desencuentro entre Carles Castillejo, uno de los mejores atletas nacionales, con la organización, por la falta de entendimiento a la hora de asignar las liebres al corredor catalán para lograr su objetivo de bajar de 2:10.
El programa de atletismo El Tartán, con Carlos Domingo y Joxe Fernández, en RadioEsport 91.4, citó a los dos protagonistas para analizar esta situación. Estas fueron las conclusiones de la charla con ellos en el programa.
Francisco Borao, presidente de la SD Correcaminos, organizadora de la carrera, explicó su versión sobre todo lo sucedido: «En primer lugar, es posible, alguna falta de comunicación en las estrategias, pero el Maratón no son matemáticas. Si que es verdad que no se asignó un punto kilométrico hasta el cual tirasen las liebres. Esta experiencia no salió bien, por que nunca hay más de un grupo de cabeza en la Maratón. Aquí se intentó hacer, pero he hablado con Carles y su manager, y el resultado demuestra que no hicimos todo lo que debíamos hacer para que salieran las cosas. Esto nos demuestra que debimos hacer las cosas de otra manera».
Sobre el récord de la prueba y mejor marca en suelo español, «es el trabajo de mucha gente el que hay detrás, pero también hace falta un poco de suerte para conseguir estas marcas y ademas superar los récord en hombres y mujeres. Estamos muy arriba, por no decir arriba de todo. Y lo más importante es que por fin la ciudad de Valencia se vuelca al completo con la Maratón» .
Carles Castillejo mantiene la versión que ya expresó en su cuenta de twitter (@C_Castillejo): «Acordamos unas circunstancias de carrera para bajar con esa barrera de 2:10 y, para ello, iban a ponerme dos liebres. Ya en la reunión de carrera se avisa que habría dos grupos en cabeza, pero el segundo a ritmo de 2:09 iría sin liebres». En esa misma reunión, añade el atleta que «yo les digo que el atleta africano es muy irregular en su ritmo y que así no me pueden garantizar ese ritmo regular. Al final, nos ratifican a mí y mi manager, que iban a estar, pero el día de la carrera no aparecieron. O no vinieron o estaban en el primer grupo, donde yo no podía estar porque hubiera sido un suicidio monumental».
Y sobre su abandono en el km17 de Valencia confesó que «cuando una carrera te mal o no es el resultado esperado, la almohada es un gran terapeuta. Este deporte se vive día a día. Depende del estado de mi tendón de Aquiles, si me respeta y puedo entrenar sin dolor, me gustaría correr en Donosti (Campeonato de España de Maratón) para hacer mínima para el campeonato de Europa. Y si no es así estaría después el Maratón de Castellón que podría ser una opción».