Desde un punto de vista ameno y cerca
no José Ibáñez (@JSucman) nos mostrará sus vivencias, experiencias y progresos en el mundo del running y del trail running. Muchos conoceréis ya su blog www.betatrailrunner.com, ahora también colaborará con nosotros aportando su granito de arena para ver más de cerca este apasionante mundo del running.
Terminé mi último artículo lanzando una pregunta al aire ¿por qué corres? y durante estos días he estado pensando sobre ello. Hoy en día la sociedad necesita tener respuestas sobre todo lo que hacemos y en ocasiones encontrarlas no es fácil. El hecho de correr, de desplazarse de un punto a otro lo más rápido posible tiene unos orígenes primitivos y sus respuestas son por tanto algo primitivas. En el fondo el deseo que nos mueve a correr está fundamentado muchas veces en sentimientos básicos, primigenios y a la vez poco dados a comportamiento racional. Cuando tu pareja, tu familia, tus amigos te preguntan… ¿por qué corres? Muchas veces es complicado explicarlo y que además suene convincente, «porque me gusta supongo».
También es cierto que intentar convencer a alguien de por qué corres cuando no ha corrido nunca, es complicado. Se tiene que sentir ese gusanillo, esa libertad, esa sufrimiento… in situ para ser consciente de que algo tan simple como correr te aporta elementos tan complejos y tan completos a tu vida. De hecho, me gusta mucho el concepto de la nueva publicidad de Decathlon (que evidentemente viendo el auge del running se ha subido al carro) sobre la cantidad de cosas que te aporta hacer solo una y esta es el running.
Fundamentalmente y esta es mi teoría personal se corre movido por sentimientos básicos, el miedo (huida) y el amor (anhelo o deseo). Lo sé, al más puro estilo «hielo y fuego» pero en cierta manera os voy a contar porque pienso que son estos sentimientos los que nos llevan a saltar de nuestro sofá, a salir de nuestro círculo de confort buscando un camino guiado por nuestras zapatillas.
Empecemos por el miedo, llevamos tatuado en nuestros genes el espíritu cazador de nuestros “ante ante ante pasados” y sin duda alguna en esa época la única manera de desplazarse rápidamente era corriendo. Cuando el ser humano se siente amenazado su instinto le manda correr, rápido y lejos. Ahora pocas veces nos persigue un mamut enfadado (aunque a algún jefe cabreado se le ponga esa cara) o un diente de sable, las huidas hoy en día son muchas veces más complicadas y difíciles de dejar atrás incluso con un arco y una flecha. La situación actual «en crisis» ha potenciado ese sentimiento, esa necesidad de huir. De dejar atrás la realidad que te rodea, el trabajo precario, la necesidad. Correr nos da la posibilidad de evadirnos y de sentirnos en definitiva «libres». Es un placebo efectivo que genera vibraciones positivas en nuestro organismo y deja atrás las tensiones a golpe de sudor y esfuerzo.
El otro sentimiento que nos mueve es el amor, el deseo o anhelo por conseguir un objetivo. Todos fantaseamos con alguna gesta, con algún reto, correr te hace conseguir alguno de estos hitos que jamas pensarías que están a tu alcance. ¿Correr es democrático? En cierta manera sí, con esfuerzo y con constancia se pueden realizar distancias inimaginables, realizar el «sueño americano» en el running es posible. El amor representado en sus múltiples vertientes, el amor a uno mismo al más puro estilo hedonista. Correr te pone en forma, adelgazas, te sube la autoestima. Mucho más efectivo que las bayas de Goji o la dieta Dukan y más saludable. El amor mueve montañas y en estos casos además de moverlas te hace subirlas y bajarlas!
Debéis de pensar… menuda paja mental que se acaba de hacer el amigo Suc, pues en parte algo de razón tenéis. No es fácil la respuesta y menos cuando además de correr hablamos de correr mucho tiempo y mucha distancia. Ahí puedes llegar a percibir estos dos sentimientos en una misma carrera. Estos dos y muchos más. No sé en que libro leí que un ultra es una carrera en la que se muere y se nace varias veces, siempre acabando en la segunda opción porque la otra no queda nada bien. En fin, espero que esta pequeña perorata os haya hecho pensar un poco, al final «solo es correr».
Ilustraciones: Elena Llovería // www.thecolornaut.com
*José Sucman (@JSucman) se define como “un corredor en prácticas”. Puedes consultar su personal visión del mundo del running en su blog www.betatrailrunner.com.